Le cuento:... Al final de la noche con el tango pasional
sonando en el disco, dejo la pluma, doblo la hoja
la meto en un sobre, me levanto tomo una caja
caoba levanto la tapa y dejo caer la carta en su interior,
abierta y sin señas... enciendo un cigarro me siento
en el borde de la cama y dejo que el tango me lleve hasta
el borde de su sueño... Y así cada noche, en la caja caoba
hay cientos de sobres iguales... abiertos y sin señas.
Estoy parado sobre los 60 y aún creo que en alguna parte
de este mundo encontraré a la dulce dama que desde siempre
ha sido mi mujer. A veces me lamento que el destino me
haga esperar tanto, pero con el tiempo he aprendido a
calmar la ansiedad... Desde hace muchos años tomo la pluma
y escribo, no tengo nombre ni dirección para poner en los
sobres..., pero en esas cartas tengo una toda una vida que
contar... y a quien sino es a ella?... Siento que cuando la
encuentre será hermoso depositar en su regazo una caja de
caoba perfumada repleta de cartas y decirle: "Te esperaba"
mientras de fondo suena pasional...
Entonces ella abrirá la caja lentamente, leerá las cartas
una a una y retrocediendo por un kilométrico hilo de tinta
azul, recobrará los años, los días, las horas, los instantes
que yo incluso antes de conocerla ya le dedicaba...
O tal vez, más sencillamente, volcará la caja y atónita ante
aquella divertida montaña de cartas, me mirará desconcertada,
sonreirá... exclamará: TU ESTAS LOCOOOOO!!!... entonces le
dará replay a "pasional"...
y me amará para siempre!!...
Eso es todo??... Si! Dr. Sigmund!!... Ok! le voy a firmar
el alta y lo voy a derivar al "Club de Solitarios con
Milongueras Pretensiones"
jcp
Caracas, 2016