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Pasillo de la vida



No tendré esta noche la penumbra de tus ojos, el contacto,

tu ternura, tu pasión, tu jadeo..., mi nombre susurrado en

tus labios despintados... Ese amor sin título conjugado a

mansalva en la calle, en el bar, en la cocina y entre las

sábanas, encendiendo la piel, endulzando los oídos, entibiando

el alma, ahuyentando los fantasmas de la soledad, haciéndome

sentir a tu lado por un instante único e inmortal...


Entonces sera el tiempo una nota constante sobre la cual

fluyas lentamente hacia otro sitio y pensaré: Si todo no

hubiera sido así, tan así... y que si vos y que si yo... y

que si abriendo una puerta lejana nos hubiéramos confundido

en el aire de los días que no fueron... Y empiezo entonces

a llenarme de horas sin rumbo..., los silencios feriados,

los colectivos de las siete y media, la placita del primer

beso sin mariposas, la mesa del bar y una sola copa, el

ruido de mi estómago a media mañana, a media tarde, a media

noche..., tus spaguettis y el vino de los domingos faltando

sin avisar... el techo de la habitación sin sueños compartidos

por estrenar..., los huecos de mis axilas sin tus abrazos...,

el bajo vientre vacío, el ruido de tus tacones ausentes, la

silla sin tu ropa entreverada, la cama tan ancha como un

océano sin tu continente..., en ese paisaje gris desmayado

de ausencia me lleno de horas... y me deshago pensando...

si todo no hubiera sido así, tan así!!...


Escribo detrás del silencio, en el recuerdo infinito de

tus ojos negros, de tus manos suaves, de tus labios tibios

que me hicieron vibrar. Escribo desde el pasillo de la vida

en un tiempo que no es agua ni aire, en días que no fueron

míos, atrapados de calles y parques, floreciendo, amándose

los bordes al final, donde las ramas de los plátanos se

juntan coronando las tardes de domingo en soledad...


No se piensa en el verano cuando cae la nieve


Para quien olvidó un amor en la escalerilla del avión


jcp

Caracas 23/02/2014



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