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Tardecitas de otoño..., las casas del vecindario,

la novia del zaguán marrón, campana y silbato del tren...

El botijerio saliendo del colegio..., un corso de agua,

muros pintados de lunas y sol... Barullo... es la Viola...

hinchada para abajo, medio tanque, chorizada y parches

compartiendo fuego...


El murmullo de un encurdelado esquivando baldosas...

Un buzón sin quien le escriba, la sierra del carnicero,

Acción-Plati-Diariooooo!!... suplemento de Peloduro!!...

El roncar de un 17, la "Rusa" taconeando la vereda de

enfrente y un desorden en el bar... El camión del lechero,

patinando los casilleros..., los obreros rumbo al Ancap...,

las vecinas en la feria, un perfume de jazmines cruzando

la verja... Gary Cooper en la blanca y negra matinée..., por

las radios de los boliches la garganta de Solé y un gol de

no se quien.... A mitad de cuadra una rayuela con trenzas

y vinchas de colores, más allá a la vuelta por Gutiérrez,

picado y la de goma contra el cordón, tuya y mía... centro

al portón...


Suena la sirena de la textil... y la vieja que nos llama...

deberes, pan con manteca y vascolet... Calle de barrio

sombreada de poesía... Mi total Universo de aquellos días...


Aquellos vecinos donde están ??? donde se han ido ???...

Por cual esquina volverán??...


Vieja calle de entonces hoy regresas a mi mente con los amigos

ausentes... Calle sombreada de poesía, hoy lejos te respiro

llevándote en la sangre y el alma hasta mi último suspiro...


jcp

Caracas, 05/06/2015




Giro y giro la cuchara en el café... Si tu

supieras, detrás del ventanal sueño despierto...

En un parque con las mariposas rondando tu

cabello a cielo abierto, o entre el ruido de copas

en la mesa de algún bar... me imagino, no importa

el lugar..., simplemente una cerveza o un café, una

charla amena, y en la complicidad del momento un

profundo silencio... "dos almas en un abrazador y

cálido encuentro"...


Giro y giro la cuchara en el café... Si tu supieras,

detrás del ventanal sueño despierto...


jcp

Caracas, 2016



Y yo te esperaba apoyado en la barra

del bar, con todas las ansias del tipo

enamorado..., girando el hielo en el

vaso de whisky, fumando un cigarro,

haciéndome el superado ante las miradas

de los demás, pero por dentro mi corazón

latiendo a más no poder... Y vos llegabas

igual que la luna llena cuando se posa sobre

las montañas... luminosa, sonriente, bella,

asomándote por sobre toda la gente...,

buscándome con ese embrujo embriagador

de tus ojos moros...


En ese fecundo y cálido instante, no necesitaba

más que la caricia de tu mirada para saber que mi

vida te pertenecía, que mi mundo sólo eras vos!!!


jcp

Caracas, 2016


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