top of page

Madonna! No sé qué pasó, por qué sucede, o qué pasará.

Siento que somos sólo palabras, recuerdos, aspiraciones,

latidos del corazón..., a la noche recuento de los hechos

y al borde del amanecer nuevo ánimo en los pensamientos.


No sé qué pasó o qué sucederá..., pero lo que siento aquí

dentro..., lo siento sólo en esas premisas -mientras en

las hojas del almanaque la vida va-, en ellas florece,

anhela, anida, se abraza, se confunde y consume todo

el sentimiento.


Ciao e grazie per avermi regalato i tuoi giorni novembre!


jcp

30/11/2022



Capurro

Hay noches en que los fantasmas llegan hasta aquí y se acuestan en mi cama... Entonces al otro día..., dicen los que me han visto..., que me encuentro transparente destrozando un tango..., dibujando su nombre en el cristal de la ventana...


Nací en Uruguay, allá por la década del 50, en un rincón de la Bahía de Montevideo, "el barrio Capurro", y allí mis primeras y grandes emociones:


La pasión por Fénix, el equipo de futbol de la zona; sentarme en el muelle a mirar los barcos que llegaban y partían del puerto, llevandose algo de mí en el tronar de sus sirenas; caminar por las vías del tren de Ancap hasta el lavadero, seguido de algún perro vagabundo; aquellos interminables picados del parque de resultado incierto en las tardes de verano, y después aquel refrescante y revitalizante chorro de agua de la canilla abajo de la escalinata, al lado de la puerta del guardían... La faina y los helados del Once..., el café con pan con grasa en el Sarmiento antes de agarrar el 126 para el laburo...; comprarme en el kiosquito unos caramelos zabala para ir saboreando en la plataforma del bondi ese pegote de dulce de leche que se te hacía en el paladar... Como olvidar a la piba aquella de ojos dulces y melena azabache, que una noche con los Diablos Verdes en el tablado de la esquina, despertó en mí por vez primera el fuego del amor, pero que nunca se enteró... Los domingos matear al sol, arrecostado en el murito de la escuela con los muchachos, comentando el bailongo de la IASA, mientras se nos iba inflamando el pecho con el repiquetear de tamboriles por Gutiérrez para abajo, preparando el grito: SOMOS DE CAPURRO!... VAMOS FENIX CARAJOOO!!


Después..., después un invierno lluvioso, Chau! BARRIO QUERIDO!!..., el vapor de la carrera, Buenos Aires, las luces y el ruido de la gran ciudad..., Palermo, La Boca, San Telmo, Costanera Sur, Soda Stereo, Piazzola, Goyeneche, Corrientes, Obelisco, Bar La Paz, Teatro San Martín, Subtes, Colectivos, ... concierto de suelas, muzzarella de cemento, verano porteño..., y en la mesita de la pieza de pensión, al lado del mate, en una postal sepia, mis viejas añoranzas capurrenses, trepándose a la melancolía...


-No fui pontífice ni drogadicto, ni presidente, ni linyera; no fuí premio nobel ni violador de menores, ni viajé a oriente; no entiendo a Bergman ni escucho a Stravinsky, ni leo play boy... Me gustan las piernas de las mujeres en verano, incendiando de colores la brisa, sus números de teléfonos; me da por morirme todos los otoños, por leer Mafalda, por pisar hormigas, por dormir bajo el sol en la playa..., por tomar mate en la oficina...-Mi sueños..., sueños simples, con olor a tallarines de la casa de doña María...;acuchillar al sol y robarle todos sus colores; tirarle flores a las muchachas, emborracharme de noche cuando el amor se quiebra, ir al cine del barrio en alpargatas, jugar al futbol con los vagos en el baldío, y que me miren los"estirados", y no darles bola, total la brisa se acuesta sólo conmigo...; comer un guiso de estrellas hecho por la vieja..., y encontrar una mujer con nalgas de tamboril, que me entienda cuando me embarco "pecho adentro"...


Con todo mi afecto capurrense, a los que desde algún punto cardinal se reconocen en la memoria de lo escrito...


jcp




-Antes que nada les debo decir que últimamente no leo los periódicos, ni veo la Tv, que en mi PC suena Beethoven, Caruso, Troilo, Piazzola, Camarón, Murga, algún Candombe del negro Rada y la Salsa caribeña que me saben alegrar. Que salgo por la mañanas muy temprano sin rumbo, que entre los picos de las montañas la lejanía del horizonte me abraza la melancolía de lo que nunca más volverá a estar..., que recuerdo con mucha nostalgia los momentos de copas, charlas y abrazos con los amigos de siempre... Que los fines de semana en soledad me pierdo entre el rumor de Caracas y su gente buscando una cálida señal... Que en las mañanas el gorgeo de los gorriones en mi ventana me embriaga el alma de dulces esperanzas y que por las noches aún duermo con el pijama que heredé de un inmigrante tío Andaluz difunto, soñador, poeta y carpintero, que en el galpón de su viña entre virutas, olor a madera y uvas, tallaba en el aire románticos versos para la apasionada musa francesa, que allá lejos en el tiempo de la guerra y del otro lado de la alambrada, había robado para siempre su corazón, y aunque luego separados por odios ajenos, se casó con ella de por vida dentro de su alma... Gloriosa historia de fidelidad y amor!


-Antes que nada debo recordarles que soy muy soñador pero no soy carpintero, que no viví ninguna guerra, ni fui pionero en una nueva tierra, nunca he visto una vendimia... A ella tampoco se si la soñé, pero caray! esa mujer se robó mi corazón, la quiero!! y sus ausencias me duelen en el ojal de mi vida.


-Antes que nada tengo que confesarles que en el abismo de mis noches sin rumbo... cuando la pienso en el cristal de una copa de vino apoyada sobre la madera de la taberna de Pascual, siento angustia de no volverla a ver, tengo miedo de morir lejos de ella, entonces se apodera de mi alma el fantasma de aquel tío soñador y poeta...


-Servime otro vino Pascual y envolvéme esa botella cosecha del 34..., aunque es domingo y no anda nadie por el pueblo voy abrir el galpón, en una de esas como en aquella primera vez, ella trae una silla para arreglar, me pregunta por Caruso y nos sentamos a charlar bajo el nogal, le regalo una flor y mientras tanto se va haciendo el día me comenta de unos parientes allá en Arcangues a lo alto de Biarritz, de las remolachas acebolladas y de las lentejas que acaba de preparar...


Epa tío espere!!..., no se olvide de su pluma, del papel y del

ramito de violetas..., yo lo estaré esperando como siempre en

la esquina de ilusión y pensamiento...


"La soledad tibio gorrión, por el aire del alma y en sueños se va..."


jcp

Caracas, 2016

bottom of page